jueves, 17 de octubre de 2013

RECAPACITEMOS EL AIRE NOS ESTA HABLANDO PARA CAMBIAR


La calidad del aire se define como el conjunto de características y condición de la concentración de los elementos que componen el aire y la atmósfera en general; se puede medir y regular por medio de sistemas de vigilancia y monitores a las fuentes de contaminación del aire: las fuentes fijas (industrias) y las fuentes móviles (vehículos automotores)


Produce una inmensa tristeza pensar que  la 
naturaleza habla mientras el género humano no la escucha. 

Es el fenómeno de acumulación o de concentración de contaminantes en el aire, los cuales pueden ser gases, vapores, humos u olores, que solos o en combinación, o como productos de reacción, se emiten al aire como resultado de actividades humanas, de causas naturales, o de una combinación de estas, y que son causantes de efectos adversos en el medio ambiente, los recursos naturales renovables y la salud humana.


El aire es una mezcla gaseosa sin olor ni sabor que llena todos los espacios ordinariamente considerados como vacíos.En cada aspiración el hombre y muchos animales llenan de aire sus pulmones, una persona adulta inhala de 13.000 a 15.000 litros de aire por día. La calidad del aire que inhalamos no solo es importante para la salud de nuestros pulmones sino que de ella depende la pureza de nuestra sangre, la capacidad de nuestro organismo para sintetizar alimentos, la eliminación de los productos tóxicos, la energía de nuestros músculos, la lucidez de nuestro cerebro y en definitiva la duración y la calidad de nuestra vida.

Cuando la Tierra era todavía una enorme bola fundida, probablemente se hallaba rodeado por una extensa atmósfera de gases cósmicos, entre ellos el hidrógeno, que gradualmente se fueron perdiendo en el espacio. Cuando la Tierra empezó a desarrollar una corteza sólida sobre un núcleo fundido, se fueron liberando poco a poco gases como el bióxido de carbono, el nitrógeno y vapor de agua para formar la atmósfera de composición no muy distinta a la de las actuales emanaciones volcánicas. El enfriamiento posterior provocó la precipitación masiva de vapor de agua, por lo que ahora ocupa un volumen menor del 4% del total de la atmósfera. En una fase muy posterior tuvo lugar la acumulación de oxígeno en la atmósfera, debido a que las plantas verdes liberan oxígeno como consecuencia de la combinación de agua y de bióxido de carbono para formar hidratos de carbono. Por lo menos hasta hoy no hemos detectado atmósferas similares a la nuestra en otros planetas.
El aire esta compuesto por una mezcla de gases, el más abundante es el nitrógeno que se encuentra formando parte de éste en un 78%, el oxígeno en un 21%, el Argón en un 0,93%, el bióxido de carbono en un 0,033% y el resto esta formado por otros gases en cantidades mínimas. Nuestro planeta tiene la atmósfera que su fuerza de gravedad puede sostenerse, esta fuerza es la que hace que los gases antes nombrados no se pierdan en el universo y rodeen a la tierra protegiéndola de algunas radiaciones que harían imposible la vida sobre la tierra. Formar nuestra atmósfera fue un proceso que llevó miles de millones de años (4.500 millones de años). La atmósfera se divide en tres capas principales:

1) TROPOSFERA: es en la que se desarrolla la vida, llega a una altura de más o menos 10 Km.Su nombre quiere decir zona de turbulencias; dentro de la troposfera se desarrollan los fenómenos climáticos que podemos observar, como vientos, lluvias, temperaturas, y casi toda la formación de nubes, salvo los cúmulos nimbus que son las únicas nubes que superan los 11 Km. de altura.

2) ESTRATOSFERA: alcanza una altura de 80 Km., aquí encontramos al famoso ozono que es una combinación de los radicales libres del oxígeno que nos protege filtrando la radiación ultravioleta.

3) TERMOSFERA: es el límite que nos separa del espacio exterior.


El viento es aire en movimiento, los movimientos del aire a gran escala, horizontales y verticales son importantes en la configuración del tiempo y del clima. Las principales fuerzas que afectan al movimiento horizontal del aire son los gradientes de presión, el efecto Coriolis y la fricción. Los gradientes de presión los provoca el desigual calentamiento de la atmósfera por el sol. El cálido aire ecuatorial es más liviano y ejerce menor presión que el frío y denso aire polar. La fuerza del movimiento del aire desde las zonas de alta presión a las de presión baja es proporcional a la diferencia de presión. El efecto de Coriolis debido a la rotación terrestre desvía los vientos a la derecha en el hemisferio norte y a la izquierda en el hemisferio sur. Tipos de vientos: monzones, huracanes, tornados, etc..
En el aire vivimos todos los seres, porque inclusive la flora y la fauna marina dependen de la presencia de oxígeno para desarrollar su proceso vital, algunas bacterias anaerobias es decir las que se desarrollan en ausencia de oxígeno necesitan algún gas como aceptor final de electrones en sus procesos metabólicos.
 
El hombre en los últimos años de la historia ha desarrollado métodos industriales que han hecho su vida más fácil y agradable en muchos aspectos. Pero no tuvo en cuenta durante mucho tiempo que estos procesos industriales generaban un desecho y que este no desaparecía, como ocurre con todo proceso de la materia. La tierra es capaz de absorber, purificar, reciclar hasta un cierto punto los gases "sucios" que pueden ser perjudiciales para la salud de los diferentes organismos que habitan la biosfera, por ejemplo en este delicado equilibrio la atmósfera puede purificar los gases que emiten los volcanes que tienen grandes concentraciones de cloro, también se purifica el bióxido de carbono que los animales emitimos en nuestro proceso respiratorio. En este proceso son indispensables las plantas y los árboles que con su proceso fotosintético absorben el bióxido de carbono para emitir oxígeno. Pero es absolutamente imposible que la atmósfera purifique la cantidad enorme de monóxido de carbono que emiten los automóviles, o los gases que emiten las chimeneas de las fábricas.

En resumen la naturaleza esta preparada para hacerse cargo de sus propios contaminantes, incluyendo a los emitidos por el hombre dentro de sus actividades naturales, pero no puede absorber los contaminantes artificiales. Dentro de los contaminantes naturales podemos encontrar a los gases emitidos por los volcanes como por ejemplo la erupción del volcán Hudson que cubrió grandes territorios de la Patagonia argentina con cenizas, pastos y arbustos quedaron sepultados, los animales quedaron sin alimento y las personas tuvieron problemas respiratorios y visuales, pérdida de cosechas, etc.; estas fueron en un primer momento las consecuencias inevitables de este fenómeno, pero dos años después esta zona que había quedado cubierta por cenizas muy ricas en minerales dieron las mejores cosechas en muchos años.

Esto nos demuestra que la naturaleza ordena las alteraciones que provoca y vuelve a dejar las cosas en equilibrio. Otro contaminante natural es la radiactividad que emiten los yacimientos de uranio, polonio, radio y otros elementos radioactivos. Uno de ellos el radón emerge de la tierra, se filtra en las casas por la parte inferior y se adhiere sobre las paredes haciendo imposible habitarlas. Estos fenómenos naturales no los podemos evitar, pero si podemos tener control sobre los contaminantes artificiales como la combustión de hidrocarburos, la emisión de monóxido de carbono, el óxido de nitrógeno y el bióxido de azufre. También las partículas de plomo que los escapes liberan a la atmósferas en forma de bromuro o cloruro de plomo son fuentes de intoxicaciones muy peligrosas. La atmósfera es un vasto reservorio o depósito donde diversos contaminantes se difunden, alcanzan distintas estructuras físicas y químicas y se distribuyen a grandes distancias. Varias escalas espaciales y temporales deben tenerse en cuenta, estudiar los efectos de la alta concentración en ciudades y sus habitantes, analizar los efectos en zonas rurales a escala regional y analizar la contaminación a escala planetaria y sus posibles efectos en el clima.

Los contaminantes se pueden clasificar en primarios y secundarios. Contaminantes primarios: son los emitidos directamente por fuentes identificables. Contaminantes secundarios: son los formados en las atmósferas por interacción física o química entre contaminantes primarios y/o componentes normales de la misma, con o sin interacción de la radiación solar.


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