La contaminación acústica es
considerada por la mayoría de la población de las grandes ciudades como un
factor medioambiental muy importante, que incide de forma principal en su
calidad de vida. La contaminación ambiental urbana o ruido ambiental es una
consecuencia directa no deseada de las propias actividades que se desarrollan
en las grandes ciudades.
“Mil árboles que crecen hacen menos ruido que un árbol que se derrumba.” |
La contaminación acústica
perturba las distintas actividades comunitarias, interfiriendo la comunicación
hablada, base esta de la convivencia humana, perturbando el sueño, el descanso
y la relajación, impidiendo la concentración y el aprendizaje, y lo que es más
grave, creando estados de cansancio y tensión que pueden degenerar en
enfermedades de tipo nervioso y cardio vascular.
Recomendaciones
para disminuir la contaminación acústica
No practicar conductas
ruidosas en casa: gritos, taconeos, portazos, utilización de electrodomésticos
en períodos de descanso.
Bajar el volumen del equipo
de música, radio, televisión, vídeo juegos, asegurando de que sólo se escucha en
casa.
No usar la bocina del
automóvil, salvo en las situaciones de inminente peligro.
No permitir que las mascotas
perjudiquen el derecho de las personas al descanso y la tranquilidad.
Solicite que bajen la música
en los lugares públicos cuando la considere elevada.
Infórmese de sus derechos en
relación al ruido. Solicite información sobre la normativa nacional y de su
comuna, y exija su cumplimiento sin reparos.
Proteja
su salud física y mental
Utilice protección en los
oídos cuando use herramientas ruidosas (taladros, soldadores, pulidoras, etc).
No use el walkman a un
volumen alto.
Aprenda a disfrutar del
silencio.
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