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Se podría decir que todo lo que poseemos se debe a los
recursos presentes en la naturaleza. De hecho, hasta aquellos elementos más
sofisticados y modernos tienen su origen primario en la naturaleza. Por lo
tanto, el día que se acaben estos recursos, desaparecerá los productos que
utilizamos para nuestro diario vivir. Quizá alguien piense que los recursos
naturales son inagotables, especialmente si vivimos en un país occidental donde
hay tiendas abiertas las 24 horas y están bien abastecidas. Pero de acuerdo
a informes recientes, los recursos son cada vez menos.
Según cálculos estimativos más de 2 millones de personas
viven con tres dólares diarios y casi 3 millones de personas no tienen acceso a
la electricidad.
Los bosques están desapareciendo. Quizá inmediatamente
pensemos en aquellos que talan los bosques para utilizar la madera en
superproducciones de carpintería. Pero ¿sabía que el 80% de los africanos
cocinan a leña? ¿Y que son ellos los que cortan los árboles para poder
subsistir?
Al haber una deforestación de terreno, el suelo tarda en
secarse y por ende es más propensa a sufrir los efectos del viento, produciendo
un proceso de erosión. Por culpa de la erosión, en Brasil se pierden 500
millones de toneladas de tierras por año.
Consecuentemente, la producción agrícola disminuye
mientras que la cantidad de bocas para alimentar aumentan.
Por último el recurso del agua está extinguiéndose, en
especial el agua dulce. Según un informe publicado en el año 2002 hay más
de mil millones de humanos sin acceso a agua limpia y bebible.
En vista de lo anterior, es fundamental cuidar el
medioambiente pues estas son la base de la riqueza.
Conservación de los recursos naturales
La naturaleza proporciona una gran cantidad de recursos
que se utilizan como alimento, materiales para la construcción, para
confeccionar ropa, juguetes, calzado y también para que el ser humano y los
demás seres vivos puedan llevar a cabo sus funciones.
Existen muchos factores que pueden dañarla, algunos de
estos se producen de forma natural, como los ciclones, lluvias fuertes,
tormentas eléctricas, inundaciones o terremotos.
Sin embargo, lo que más daño ha causado a la naturaleza,
y por tanto a sus recursos, son las acciones causadas por las personas.
Hace muchos años, las personas sólo obtenían de la
naturaleza lo que iban a usar a diario, cazaban animales para comer su carne y
también aprovechaban sus pieles para cubrirse con ellas.
Cuando aprendieron a cultivar la tierra, ya no tuvieron
que andar viajando de un lado a otro buscando comida, pues ya habían encontrado
cómo producirla.
Esas personas empezaron a construir algunas casas, luego
las familias crecieron y al cabo de los años, ese sitio se convirtió en un
pueblo.
Cada persona que iba llegando a ese lugar, tenía sus
propias necesidades, ya no eran suficientes los árboles para obtener madera, ni
los frutos que obtenían de la tierra, entonces tenían que ir a otros sitios a
cortar más árboles y empezaban a cultivar en lugares más lejanos.
De ese modo, los pueblos crecieron y se transformaron en
ciudades donde podían vivir muchas personas.
Construir ciudades es algo necesario para que la gente
viva feliz; sería absurdo pensar que para cuidar a la naturaleza todo mundo
tuviera que vivir en cuevas y empezar a cazar como hace años. El progreso es
necesario, pero es importante que la gente de esas ciudades y de todo el mundo,
sea consciente de que los recursos naturales deben ser cuidados y respetados
para que no se agoten.
Cuidar los recursos significa usar sólo lo necesario y
nunca desperdiciar para que las generaciones del futuro también tengan la
oportunidad de disfrutarlos.
Una persona que tiene un automóvil para ir a su trabajo o
de paseo, debe pensar que ese coche se construyó gracias a que los científicos
estudiaron y aprendieron cómo aprovechar las características de los recursos, por
ello, su coche, además de ser un transporte debe verlo como un regalo de la
naturaleza porque también procede de ella.
Para corresponder a "ese regalo" el dueño del
vehículo debe mantenerlo en buenas condiciones para que no arroje humos
venenosos que ensucien el aire.
La naturaleza, brinda muchos regalos, como el aire, el
agua, la tierra donde están construidas las casas y las escuelas, los alimentos
que consumimos, los animales silvestres, y hasta las mascotas. La manera de
corresponderle es cuidando sus recursos y siendo amable con todo lo que vive en
ella.
¿Qué se puede hacer?
Todos los humanos grandes y pequeños podemos poner
nuestro "granito de arena". Éstas son algunas sugerencias:
Cuidar el agua
• No usar juguetes que desperdicien agua.
• No dejar las llaves abiertas ni goteando.
• Lavarse los dientes sólo con un vaso con agua.
• Evitar bañarse en tina y si se hace, sacar el agua con
cubetas para volver a usarla en el aseo o en el riego.
• Comprar jabones en lugar de los detergentes que hacen tanto
daño a la naturaleza.
• Lo mismo con respecto a los productos de limpieza y del
baño; existen compañías que venden champú natural menos perjudicial que otros.
Cuidar el aire
• Mantener el automóvil en buenas condiciones.
• Evitar ir a todos lados en el coche, se puede ir
caminando o usando la bicicleta.
• No participar en fiestas donde haya cohetes ni fuegos
artificiales, ya que además del ruido, arrojan sustancias tóxicas al ambiente.
La basura
La basura de las casas, escuelas o industrias tiene que
ser guardada en algún sitio; a veces la entierran y la revuelven con tierra
para que al paso del tiempo se pueda construir en ese terreno; también hay
sitios donde se quema la basura.
Es preferible reducir el consumo de "cosas" que
tarde o temprano se convierten en basura, reusar lo que se pueda de esas
"cosas" y reciclar materiales como papel, vidrio y metal para
disminuir las cantidades de basura y con ello ayudar al medio ambiente.
Al comprar algo, buscar siempre que sea algo bueno,
duradero y bien hecho, a veces los juguetes están hechos de materiales de baja
calidad y pronto se convierten en basura.
También es conveniente evitar envolturas muy bonitas y de
colores que los fabricantes hacen para llamar la atención; mientras más tinta
usen en una envoltura, más sustancias químicas contiene y eso afectará al
ambiente, lo importante es el contenido, no la envoltura.
• Al hacer compras buscar el símbolo de reciclable en los
envases, esas compañías ayudan más al ambiente que las que usan todo nuevo.
• Los productos para la limpieza, el aseo de la casa o de
las personas, son generalmente desechos líquidos que se van al caño.
El agua del caño a veces es colectada en depósitos
grandes para limpiarla, pero la mayor parte llega a los ríos o al mar
perjudicando a los organismos que viven en ellos. Por eso, es necesario
contribuir a cuidar esos recursos comprando sólo productos biodegradables.
Las sustancias biodegradables son aquellas que pueden
formar parte del ambiente sin hacerle daño. La madera es biodegradable, si se
entierra un pedazo de madera, al cabo de unos meses ya no está porque se
convirtió en materia orgánica del suelo, pero si se entierra una bolsa de
plástico, pasarán los años, y la bolsa seguirá ahí; esto es porque la bolsa no
es biodegradable.
• No arrojar basura a la calle, lugares públicos ni al
agua.
• Tirar la basura en botes cerrados y practicar las tres
RRR (reducir, reusar y reciclar).
• Organizar a la familia para reusar y llevar a vender
basura reciclable.
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